Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Demérito

Que Andalucía lleve cuatro décadas sin alternancia política se debe a que el PP no ha logrado ilusionar

Aparte de Susana Díaz, nadie o muy poca gente, supongo, sabe a ciencia cierta la fecha de las elecciones andaluzas. Quizás falten pocas horas para que el misterio se desvele. Pero, la verdad, creo que es lo de menos. Lo de más son las condiciones políticas en que llegaremos a esa consulta que, según todos los pronósticos y salvo cataclismo, no va a cambiar demasiado las cosas: el PSOE puede llegar a las cuatro décadas de gobierno ininterrumpido, consagrándose, aunque ya lo está, Andalucía como el único territorio de España que no ha conocido la alternancia política. Ello, si se confirma, no es ni bueno ni malo; es simplemente la expresión de la voluntad de los ciudadanos, que no otra cosa son unas elecciones. Habrá que anotarlo en el mérito de los socialistas y, en los últimos años, de Susana Díaz, que, contra viento y marea y pactando una vez a su izquierda y luego otra a su derecha, ha conseguido mantener el sillón de San Telmo. Pero sobre todo habrá que apuntarlo en el demérito del Partido Popular que en cuatro décadas, lo que vino a durar la dictadura franquista Guerra Civil incluida, ha sido incapaz de ilusionar a los andaluces para que le dieran una mayoría suficiente para gobernar.

El problema, por lo tanto, no lo tiene el PSOE de Susana Díaz, que es capaz de aguantar el fortín. El problema lo tiene el PP de Juanma Moreno porque a pesar de que objetivamente hay datos, como el paro o la falta de convergencia con España y Europa, que harían fácil un discurso radical de oposición, la cosa no cuela. Los andaluces no se creen que ellos lo harían mejor y ése, no otro, es su problema. Las excusas del clientelismo, las subvenciones o el papel que puede jugar la televisión autonómica en el adormecimiento de las conciencias no explican por sí solas lo que ha pasado durante cuatro décadas en Andalucía. Las mismas o parecidas recetas habría aplicado el PP en regiones que dominan -el caso más claro es Galicia- y allí los socialistas han logrado gobernar en más de una ocasión.

Por lo tanto, sería mejor que el PP no se hiciera trampas: los socialistas, con sus muchas carencias, tienen algo parecido a un proyecto para Andalucía, al que se le podrán poner todos los peros que se quiera, pero que es el que existe. Y la carencia de recetas efectivas para la región por parte del PP es lo que lo tiene en las condiciones en las que está. Ignoro si a estas alturas esta situación es corregible. Pero sería bueno para que los andaluces pudieran comparar.

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