El PNV ha encontrado la forma más suya de honrar la memoria de Miguel Ángel Blanco en el aniversario de su asesinato: darle a Bildu la presidencia de la comisión de Derechos Humanos y Cultura Democrática de las Juntas Generales de Guipúzcoa. El PSE, que presidirá tres de las 12 comisiones, está también en el ajo aunque la mayoría corresponde al partido de la derecha nacionalista, el PNV, que presidirá cinco, mientras a Bildu corresponden cuatro: Derechos Humanos y Cultura Democrática, Igualdad Lingüística, Igualdad de Hombres y Mujeres y Gobernanza. Nada nuevo: Josu Ternera estuvo en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Lo peor, para mí, es que se trata del reparto más democrático que imaginarse pueda ya que Bildu fue la segunda fuerza más votada.

Así están las cosas allí, por mucho que queramos engañarnos o mirar para otro lado. ¿Es democrático y legal? Sí. ¿Es repugnante? También. Leo en un periódico vasco este resumen: "Una decisión aceptada con normalidad por todos los grupos, incluido el Partido Popular". También leo que lo que se busca es consolidar en Gipuzkoa una sociedad "sana en valores". Hombre, puestos a esto se comprende que se confíe a Bildu la comisión de Derechos Humanos. Ellos hilan tan fino, tienen una tan estricta conciencia y son tan puntillosos en lo que a los derechos humanos se refiere que no acudieron a la recepción a Woody Allen en el Ayuntamiento de San Sebastián. Así de estrictos son en lo que a los derechos humanos se refiere. Salvo que se trate de etarras juzgados y condenados que hayan cumplido o aún estén cumpliendo su condena, que estén fugados o cuyos crímenes estén aún por desentrañarse. Reciente está la entrevista con Otegi en TVE: "Lo lamento si generamos a las víctimas más dolor del necesario o del que teníamos derecho a hacer". Hasta ahí llegan. Atribuyéndose el derecho a generar dolor a las víctimas y solo lamentando haberse excedido provocando "más del necesario".

En estas manos está la comisión de Derechos Humanos. Correspondiendo a la triste realidad de que en las últimas elecciones la mayoría votara al PNV y a Bildu, otorgándoles en Juntas Generales 20 y 17 representantes, a distancia del PSOE, que obtuvo 9. Que todo sucediera en el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco debería servir para que nadie se engañe. Pero seguiremos haciéndolo.