Desde mi córner

Luis Carlos Peris

Detesta el fútbol y el fútbol lo ha echado

NUEVAMENTE el bético se siente estafado. Una vez más, la estupefacción se enseñorea del espacio verde, blanco y verde y otra vez está el Betis, por siempre Real Betis Balompié, en manos de Mercedes Alaya. Y está en manos de ella con el deseo de que acierte como acertó la primera y la segunda vez y no como en la tercera. Ojalá sea iluminada y dé con la tecla para que tan sevillana institución enderece su rumbo de una puñetera vez.

Acertó la primera vez en aquel viernes de julio de 2010 cuando limpió el club librándolo de la morralla que lo dirigía y acertó la segunda colocando a Juan Manuel Gómez Porrúa como administrador judicial. Pero el 1 de noviembre de ese mismo año fallecía repentinamente un hombre que enganchó desde el minuto uno con el bético y puede decirse que ese día se produjo un punto de inflexión trascendente en la historia contemporánea del Real Betis Balompié.

Y parecía que la juez acertaba de nuevo con el sustituto, José Antonio Bosch Valero. El hombre llevaba la nave con mano firme, lograba la aprobación del concurso y el Betis iba escalando puestos en lo deportivo. Pero como no hay peor ignorante que el que no reconoce su ignorancia, con la seriedad del burro fue logrando que no creciese la hierba donde pisaba. A eso se unía su poco afecto por la causa, dejando sorprendentemente al Betis despojado de cuanto olía a bético.

Objetor del fútbol, ha sido el propio fútbol el que lo ha defenestrado. El equipo dejó de ganar y todo lo que sonaba a irregular sin que se le diese importancia le ha estallado en la cara. El hombre no cometió ninguna ilegalidad, pero con la alarma del descenso, todo se le ha vuelto insostenible. Lo de la mujer del César y parecer buena, ya sabe... Ahora, otra vez a expensas de que Mercedes Alaya dé con la tecla que permita que suene bien el Betis, Real Betis Balompié.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios