Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Días y nombres: Merced

Los santos nombres propios de los días dan al año judío y cristiano una riqueza de la que carece el tiempo laico

Al pasar la hoja del calendario el pasado día 14 leí: Exaltación de la Santa Cruz; al pasar la del 15, Nuestra Señora de los Dolores; hoy, Nuestra Señora de la Merced (día grande del Tiro de Línea); y el próximo 29 leeré: San Miguel, San Rafael y San Gabriel. Los días 1, 2, 3 y 4 de octubre tendrán los nombres propios de Santa Teresa de Lisieux, los Santos Ángeles Custodios, San Francisco de Borja y San Francisco de Asís; el 7, Nuestra Señora del Rosario; el 9, San Abraham, el padre común de judíos y cristianos; y el 15, por quedarme con una maestra de vida y lecturas, Santa Teresa de Jesús. Así, día con nombre propio tras día con nombre propio, llegaremos al dichoso mes que empieza con Todos los Santos y termina con San Andrés (y que para quienes somos del Calvario y la Amargura contiene la fecha queridísima del 21) dejándonos en el umbral del Adviento, el tiempo litúrgico más macareno.

Es tan hermoso que los días tengan nombres propios, además de los suyos comunes, como que los tengan -Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua- los tiempos litúrgicos fuertes del año más allá de los genéricos de las estaciones. Suerte que tenemos los cristianos, heredada de nuestros hermanos mayores judíos que marcan su tiempo con las altas fiestas de Rosh Hashaná y Yom Kipur, y con las tres fiestas del peregrinaje: Sucot, Pesaj (nuestro Jueves y Viernes Santo) y Shavuot (nuestro Pentecostés), junto a muchas otras hermosas celebraciones como Janucá (o de las luces, que a veces coincide con la Navidad).

Los días comunes de la semana tienen nombres en los que se mezcla su origen cristiano (domingo, día del Señor), judío (sábado, shabat) y pagano (lunes, martes, miércoles, jueves y viernes que se corresponden a Luna, Marte, Mercurio, Júpiter y Venus). Pero, ¿quién se acuerda de los dioses, quién celebra a Júpiter los jueves o a Marte los martes? ¡Si con la catastrófica ausencia de las humanidades de los planes de estudio los dioses y sus relatos les han sido hurtados a los jóvenes, que carecen de los conocimientos básicos que les permitan reconocerlos en los textos clásicos y las obras de arte! Los nombres propios de los días judíos y cristianos, en cambio, siguen vivos, recordados, celebrados. Lo que da hondura y riqueza diferenciadora al día a día frente al incoloro, inodoro e insípido tiempo laico. Como escribió el sabio Rabí Nachman de Breslau: "Busca lo sagrado en lo corriente".

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