Las dos orillas

josé Joaquín / león /

Días de récords

ADEMÁS del Libro Guinness de los Récords, existe El Alcalde de los Récords, que es Juan Ignacio Zoido. Por su culpa el libro se está quedando desfasado continuamente, de un día para otro. Y es que aquí se baten los récords con una naturalidad y una soltura que está dando mucho que hablar. A pesar de la crisis que estamos superando (ya la crisis se ve como algo antiguo, de otros tiempos), en Sevilla se ha conseguido lo nunca visto, incluso la reinvención de un cine de verano en invierno, con el mapping. Y, como suele pasar, aparecen envidiosos y falsos amigos. En resumen, los que quieren cargarse el invento y que Sevilla no siga sumando récords.

Nadie le puede negar a Zoido su éxito navideño. Frente al solsticio de invierno que dijo aquel de antes, ha potenciado la Navidad del siglo XXI, con lucecitas por doquier. Si esta ciudad era conocida por la Semana Santa y la Feria de abril (o de mayo, depende), ahora es mundialmente elogiada también por la Navidad, que se ha convertido en otro santo y seña de la Sevilla festiva. En el resto de Andalucía ya lo están diciendo, y todos quieren copiarla, como es habitual con lo sevillano.

Se han batido los récords de ventas comerciales, de consumo en bares, de turistas, de paseantes, de curiosos, de colas de belenes, de gente en general. El mapping fue visto por unas 900.000 personas mal contadas, según ha revelado el alcalde, que ha tenido el elegante gesto de no subir la cifra hasta un millón de personas, que es lo que se suele cuantificar en esos casos. Se habrán perdido los 700.000 habitantes de Sevilla en el padrón, pero se ganan turistas hasta para regalar.

A Zoido hay que pedirle que no se rinda. No se le ocurra llevarse el mapping a la plaza de España, como han sugerido los comerciantes de Aprocom. Son unos desagradecidos, nada más que quieren vender. ¿Y el frío que hace en la plaza de España por las noches? ¿No ven que si hay niebla, no se verá nada, y se perderá la magia? Y, además, sería un mal precedente. Podrían envalentonarse y pedir también que trasladen la carrera oficial de la Semana Santa al Paseo de Colón y la Puerta Jerez.

De siempre, que se recuerde, se ha pretendido llevar a la gente al centro de Sevilla, que es donde se baten los récords. Y donde se forman las bullas. Un mapping sin bullas sería triste. Un mapping navideño no debe ir a la plaza de España; no es como la Macarena en sus efemérides, o La Paz en el Domingo de Ramos. Hay que batir más récords. Ahora, a por las rebajas.

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