LÁGRIMAS de San Lorenzo, Perseidas, lluvia de estrellas o estrellas fugaces, qué más da. Esta noche se habrá agrupado el personal en lugares abiertos para recrearse con este fenómeno astronómico y la verdad es que en estas noches de barrera del sueño disparatada viene bien una atracción de este tenor. Cualquier cosa como distracción mientras pasan las horas y seguimos forzando a Morfeo sin éxito hasta que, sublime decisión, no tenemos otra salida que aliarnos con el hitachi para que la noche deje de ser una madrugada interminable. Interminable e inmisericorde, que vaya tela del telón lo que nos ha traído este agosto tan ferragosto, tan implacable. Anoche fueron las Perseidas también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo, nada que ver con otras lágrimas, las de San Pedro, y que se celebran en la Giralda por la Banda del Sol. ¿Divagaciones? Qué va, cosas de la barrera del sueño y de la madre que la parió.