Domingo de Pasión y a ver quién dice que hoy es Domingo de Pasión, con el arresto domiciliario prolongándose hasta quién sabe cuándo. Un domingo en que se le da anualmente el pistoletazo de salida a nuestra Semana Santa mediante el Pregón. Pregón con mayúsculas para diferenciarlo de la proliferación de pregones de toda laya, nada que ver con el del afilador o el de ese tapicero que llama voceando a la presunta clientela. Hoy, a mediodía y tras haber adelantado el reloj esta madrugada, debería estar en el Maestranza mi querido Julio Cuesta pregonando los días más señalaítos del calendario festivo de la ciudad. Es día para que la esperanza se desborde con la única preocupación de qué tiempo haría en Semana Santa. Pero todo se ha ido al traste por un minúsculo e invisible enemigo que nos tiene fuera de cobertura. ¿Domingo de Pasión?, sí, sí...