EL Íbex 35 cerró ayer con una caída de más del 2%, retrocediendo hasta el listón de los 10.600 puntos, después de teñirse de rojo tras una comparecencia del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que no cumplió con las expectativas de los mercados y arrastrado también por un sector bancario a la baja. En concreto, el selectivo se dejó un 2,35%, hasta los 10.619,9 puntos.

La revisión a la baja de las previsiones del BCE de inflación y crecimiento para la Eurozona y el hecho de que Draghi asegurara que los miembros del Consejo de Gobierno de la institución discutieron acerca de varias posibilidades de QE -flexibilización cuantitativa-, pero sin decidir adoptar medidas adicionales en su próxima reunión, marcaron al Íbex 35.

Las caídas del selectivo estuvieron lideradas por OHL, que se dejó un 6,875%, y Bankia, que perdió un 5,994% tras verse afectado por la publicación de un informe elaborado por peritos del Banco de España en el que se detalla que las cuentas del año 2011 aprobadas por Rodrigo Rato y la reformulación, realizada por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri no mostraban una imagen "fiel" de la entidad.

También cayeron el resto de bancos, con Sabadell (-3,676%), BBVA (-3,383%), Caixabank (-3,342%), Santander (-3,186%) y Bankinter (-2,992%) en rojo. Otros valores con peso específico dentro del selectivo como Inditex (-2,227%), Repsol (-1,698%) o Telefónica (-1,602%) finalizaron igualmente con pérdidas.

Tan sólo esquivaron las caídas dentro del Íbex Abengoa, que recuperó un 5,984% después de que S&P confirmara su rating con perspectiva positiva, FCC, que subió un 3,299%, y Mediaset España (+0,343%).

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se situó en 114 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,898%. El resto de plazas del Viejo Continente también cerraron en negativo. París cayó un 1,65%, seguido de Fráncfort (-1,23%) y Londres (-0,61%).