Crónica Personal

Pilar / cernuda

Duran no se aclara

DURAN Lleida ha pedido que CiU y ERC den marcha atrás y empiecen de nuevo su proyecto independentista. Que pongan el contador a cero, para que nos entendamos, que dejen atrás el famoso documento del "sujeto político" que ha provocado tantas ronchas y redacten una nueva fórmula de consulta independentista que se atenga rigurosamente a la ilegalidad, lo que es difícil y Duran lo sabe.

Al dirigente de Unió se le nota de lejos que ni le gusta el independentismo, ni le gusta la consulta y, si me apuran, tampoco le gustan Artur Mas y Oriol Junqueras. El líder de Unió siempre se sintió muy cómodo en una CiU más nacionalista de lo que a él le gusta pero que le acogía cómodamente en su seno sin exigirle una línea excesivamente radical, pero todo ha cambiado en los últimos meses y Mas le da achares con una nueva pareja, ERC y Junqueras, con el que ha abrazado sin pudor la causa independentista y también una consulta que, además de ser ilegal, ha puesto los pelos de punta a un porcentaje alto de los votantes de CiU. Votantes nacionalistas hasta la médula y que abominaban de españolidad, pero a los que se les han puesto los pelos como escarpias al pensar en la posibilidad de que Cataluña se borrara de España. Porque significa la ruina, y lo saben mejor que nadie.

Duran, que se mostró tibio cuando la manifestación de la Diada, a la que se sumó, y que luego utilizó sus problemas de muletas para apuntarse a lo que le convenía, sale ahora con que no es independentista -lo que se sabía- y que más vale redactar un nuevo documento que no provoque tanto rechazo. Lo que evidencia que se siente mal ante una situación que le desborda. Una situación que no ha sabido encarar con el coraje que se le supone al máximo dirigente de un partido y que ahora, cuando siente que su socio Artur Mas ha ido excesivamente lejos, trata de arreglar con la propuesta del borrón y cuenta nueva para ver si así se arregla el entuerto.

Si se siente incómodo lo tiene fácil: decir claramente que no es independentista, lo que significa la ruptura de CiU. O, también, puede decir a sus 13 parlamentarios catalanes que voten en contra del documento de Mas y Junqueras y lo echan así para atrás en el Parlament. Lo que también supondría el fin de CiU. Pero en política hay que mostrar arrojo ante las cuestiones difíciles. Si no, estás perdido. Y Duran, hoy por hoy, con esta historia se ha dejado muchos pelos en la gatera.

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