Embocando la apoteosis consumista

Doblado que fue el inquietante cabo de año, Año Nuevo y vamos a ver qué tal baila. Por lo pronto es bisiesto, lo que le aporta muchos grados de cara a lo inquietante y a la cosa. Primer martes del año y bullicio en toda la zona comercial, que es día de aglomeraciones en grandes y pequeñas superficies dicho sea sin ánimo de establecer distinciones. Se está ya en el tramo decisivo de la carrera consumista, de esa carrera que tiene su meta en la noche de Reyes. Será éste un martes de gente por todas partes, de tiendas abarrotadas y hormiguero humano camino de cualquier sitio donde vendan algo, donde ofrezcan algo con lo que paliar la fiebre de gastos que nos invade. Es la recta final para el exceso y el uso de esa aparentemente inocua tarjeta de plástico que será la cima de la cuesta. Consumismo en estado puro.