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Cuentan que los ex consejeros de la Junta que salieron con motivo de la última crisis de Gobierno se han marchado por puertas giratorias; es falso, lo que han hecho es quedarse dentro y en buenos puestos. El consejero de Empleo ha sido nombrado rector de la Universidad Internacional de Andalucía; la de Educación, directora de la Corporación Tecnológica de Andalucía; el de Salud, director de la Agencia de la Energía, y la de Agricultura, a dirigir el puerto de Almería. Ninguno de ellos se iba a quedar en la calle, son catedráticos y funcionarios, pero les provoca aversión volver a la profesión escogida. Lo llamativo es la singularidad del ex consejero de Justicia, Emilio Llera. El fiscal se ha vuelto a eso: a la Fiscalía. A pesar de su incorrección política, ha sido el consejero de Justicia más fino que nunca ha tenido la Junta, el servicio para el que fue elegido lo ha concluido con perfección. Recuerdo hoy una de esas frases por la que fue reprobado: "Es impensable que un juez de Instrucción pueda meter el dedo en el ojo a quien le dé la gana y sea después absolutamente irresponsable por sus actos. Es una auténtica barbaridad". El caso Mercasevilla se ha cerrado con una absolución plena de los acusados y en la instrucción de los ERE hay "víctimas" procesales, según la juez Núñez Bolaños. "Son muy independientes", dijo Llera. "También lo era Hitler", remató.

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