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Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Empiezan los 'play off'

EN los cuatro años de esta legislatura, el Gobierno socialista ha ganado la Liga a la oposición popular. El PSOE ha sido más regular y ha aplicado sus políticas sociales, mientras en el PP se enredaban en el monotema terrorista y en anatemas contra la ruptura de España o la entrega de Navarra a la banda ETA. Por el contrario, la Copa de la precampaña la ha ganado el PP. Rajoy no ha parado de llevar la iniciativa en el último mes. Los temas que ha ido poniendo sobre la mesa, son los que han marcado el debate: inmigración, crisis económica, paro, subida del coste de la vida, impuestosý Y, encima, se ha vuelto exquisitamente moderado y ha eliminado de los escenarios a la pareja A&Z, Acebes y Zaplana.

El Gobierno y el PSOE han ido siempre por detrás en la iniciativa y por delante en las encuestas. Pero su crédito se agota. El pistoletazo de salida de la campaña llega con un empate en los sondeos. Mi colega Fernando Ónega, como buen gallego, defiende que la superstición es una de las bellas artes y sugiere que Zapatero necesita un conjuro. Mucha gente atribuye el mérito del lanzamiento de Rajoy a su gurú de cabecera, Antonio Solá, director de la campaña populista con la que Felipe Calderón ganó las elecciones presidenciales en México. Los eslóganes cortos y fáciles de comprender que gasta Rajoy a diario llevan marca de la Casa Solá.

Pero el presidente del Gobierno no necesita de los aciertos del contrario para que se le abran costuras en sus filas propias. Primero, un ministro de los duros con la oposición, Mariano Fernández Bermejo, se gasta más de 40 millones de pesetas en unos arreglitos en el piso oficial donde vive. Segundo, lo que Arcadi Espada llama con acierto el "beso robado" de Gabilondo y Zapatero, en el compadreo tras la entrevista de la Cuatro. Allí ZP hace honor a su antigua leyenda de Bambi y le dice al periodista que las encuestas les dan bien, pero que necesitan tensionar y dramatizar. Lo hacen todos. Pero después de convencer a la opinión pública que los responsables de la crispación estos cuatro años habían sido los populares, la frase no puede ser más inoportuna. Finalmente, el ministro Caldera hace ingeniería contable con las cifras del paro: coloca aparte a los "demandantes de servicios previos al empleo". Es decir, a los parados sin formación específica. Munición para la artillería popular.

En el lado contrario también ha habido patinazos, como las descalificaciones a los inmigrantes de Arias Cañete, o la sentencia sobre las urgencias del Hospital de Leganés, que tanto ha incomodado a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Y, el más grave de todos, la defenestración de Gallardón.

Ahora empiezan los play off por el título. El que cometa menos errores y gane los debates puede ganar estas emocionantes elecciones.

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