La tribuna económica

Rogelio Velasco

Empleo, desempleo y crecimiento

HEMOS conocido la cifra de paro registrado del mes de marzo, que ha crecido en casi 36.000 personas respecto del mes anterior. Siendo negativa, el dato es menos catastrófico que el correspondiente al mismo mes del 2009, cuando aumentó en más de 120.000 personas. Hombre, residente en la costa mediterránea desde Alicante a Gerona, trabajando en la industria ligera (alimentación, bebidas, confección, electrónica) o sin empleo anterior. Esas son las características que, en términos relativos, mejor definen a los nuevos parados del mes pasado.

Llama la atención, especialmente, la gran cantidad de jóvenes que se están incorporando a la población activa, que no encuentran empleo y que van a tardar mucho tiempo en encontrarlo. Por el contrario, la fuerte elevación del paro agrícola se ha debido más a razones climáticas que a estructurales. En realidad, el empleo agrícola, al estar sometido a fuerte estacionalidad todos los años y, dado el bajo peso con el que ya cuenta en la economía española, debería desaparecer como indicador de coyuntura, como ya ha sucedido desde hace años en todos los países desarrollados. Con una tasa de crecimiento del PIB que sigue siendo negativa, la evolución del paro registrado no es, en todo caso, el mejor indicador para medir la coyuntura. En su lugar, comparar el número de contratos con respecto al mismo periodo el año anterior, resulta más significativo de cómo está evolucionando la economía. Durante este primer trimestre, el número total de contratos ha amentado un 2% respecto del primero de 2009. Y en el mes de marzo el salto ha sido del 12%.

¿Qué significa la contratación? La economía empieza a generar empleo, pero a un ritmo muy débil, totalmente insuficiente para compensar el aumento de parados, tanto los que son despedidos como los que se incorporan por primera vez. En todo caso, el que sólo el 10% sean indefinidos resulta indicativo de la temporalidad de la contratación. ¿Cuánto tendrá que crecer la economía para que se empiece a generar empleo neto? La relación entre crecimiento del PIB y del empleo ha sufrido una profunda modificación. En plena expansión económica, hace dos o más años, un raquítico crecimiento del 1% hubiese sido suficiente para generar empleo neto. Crecían actividades muy intensivas en empleo, especialmente la construcción. Adicionalmente, se creaban puestos de trabajo con escasa productividad, que son los primeros que se han destruido.

En estos momentos, la tasa de crecimiento del PIB debe estar próxima al 2% para generar empleo neto y para reducir la tasa de paro, próxima al 3%. La razón estriba en el propio cambio del modelo productivo. Este cambio se está produciendo no por medidas adoptadas por los gobiernos, sino por la brutal pérdida de peso de la construcción el PIB, de manera que las actividades que sobreviven son menos intensivas en empleo que hace dos años. Además, con carácter general, todas las empresas, grandes y pequeñas, están utilizando hasta el límite los recursos existentes para evitar nuevas contrataciones. Esperemos que las expectativas de consumidores y empresarios se estabilicen, vuelvan a mejorar, y que la dramática situación se convierta en un escenario esperanzador.

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