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Crónica levantisca

juan Manuel / marqués Perales

Errejón en Los Lebreros

LOS Lebreros, el hotel sevillano de Nervión, vuelve a escena. Como lo fue el hotel Macarena. O el parador de Carmona. O el restaurante La Raza, que es nuestro particular edificio Watergate pero a la sombra del parque de María Luisa. Sede de los grandes partidos en las noches electorales, cafetería para las conspiraciones, escenario de murmullos, arcano de otros secretos, es Podemos, precisamente Podemos, el partido de las plazas y de las calles, el que le quita el polvo del tiempo del callejero político y coloca a Los Lebreros en sus calles. Íñigo Errejón es la estrella del mitin que el oficialismo de Podemos da hoy en Sevilla para cerrar la campaña de elección de su comité local. El investigador Errejón viene a apoyar a Begoña Gutiérrez en Los Lebreros, y se supone que las estrellas dejarán fuera a los círculos, esas asambleas callejeras, anárquicas, dubitativas, racionales, libertarias e imprevisibles que tanta incomodidad comienzan a causarle a Pablo Iglesias.

No digo que Errejón vaya a la Venta del Pollo a dar su mitin, pero ha cambiado la asamblea de las setas por los salones de la tan denostada casta. El competidor de Begoña Gutiérrez, el catedrático Joaquín Urías, por cierto, lo da en la asociación de solidaridad con el pueblo saharaui, que es más propio y, además, le saldrá gratis. Así es Podemos, el partido más jerarquizado de cuantos haya, lo de Guerra se queda corto: quien se mueva no sale en la foto. Hasta los disidentes deben proclamar su fidelidad a Pablo Iglesias.

Teresa Rodríguez, la joven eurodiputada gaditana, va a ser la competidora de Susana Díaz en las elecciones autonómicas. Esta profesora, de Izquierda Anticapitalista, forma parte de la oposición a la dirección de Iglesias, la que estuvo con Echenique y tuvo que retirar su candidatura después del artificioso método de elección que se empleó para que el líder copara todos los puestos de dirección y representación del partido. Si Teresa Rodríguez se deja tutelar en algún modo por el pablismo, no tendrán problemas, no le presentará una lista oficialista para que se estrelle. Izquierda Anticapitalista, que es un partido ahora, se autodisolverá en un movimiento para seguir participando dentro de Podemos. Es el precio. Iglesias dirige Podemos con mano de hierro con un único objetivo: ganar en las elecciones generales. Lo demás, como esto de las municipales, es un lío, que diría Susana Díaz.

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