Como no podía ser de otra manera, pues de lo contrario parece que todo esto sería anodino e insípido, una política de dieta blanda, sin salsas ni picante, con lo que nos pirra a los españoles que la política se nos repita, el centroderecha sevillano anda cabreado y acechante -y sí, parece que con ardentía- a raíz del acuerdo para el presupuesto municipal de 2020 cerrado entre el alcalde, socialista por definición, Juan Espadas, y el grupo municipal de Adelante Sevilla, o sea la izquierda radical cuando no la extrema izquierda según se expresa ese centroderecha desde su siempre contenida moderación mediática. Ha sufrido pues Espadas, según este relato, una grave conversión que lo ha cegado hasta el punto de haber "entregado las llaves de la ciudad a Podemos". Es el diagnóstico de Beltrán Pérez, jefe del PP en el Ayuntamiento, que el pasado sábado avisó de que "miles de sevillanos generadores de riqueza [sic] se verán afectados por este giro a la izquierda radical". Espadas ha cedido al "chantaje" de Podemos que "sólo beneficia a su aspiración personal de mantenerse en la Alcaldía cueste lo que cueste". Y el jefe de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Álvaro Pimentel, va del mismo palo: "El pacto entre Espadas, que se ha quitado la careta de moderado, y la extrema izquierda es un frenazo para el desarrollo económico y social de Sevilla".

¿Hay demanda del mensaje que transmiten Pérez y Pimentel? Es esencial para un político que ésta exista si quiere tener éxito. Alguna habrá. Y por cierto, es la base del populismo, que ha terminado calando -¿o no estuvo ahí siempre, latente?- en todos los partidos, pues ninguno renuncia ya a atender ese latido, que ya no se oculta y se hace patente cuando se oferta el argumento de que una amenaza se cierne sobre el modelo político y el sistema socioeconómico, en este caso local. Es lo que está difundiendo el centroderecha con este Espadas radical, ya sin el disfraz de templado que al parecer tanto parabién ha cosechado en la Sevilla moderada.

¿Y ésta cuál es, cómo es? ¿Seguro que no es populista? ¿Ni radical si se tercia? Los partidos de Pérez y Pimentel sacan adelante el Presupuesto andaluz con el apoyo de Vox. ¿No se han radicalizado? ¿No han pactado con la extrema derecha? Ah, que Vox no es extrema derecha. ¿Tampoco populista? ¿Y acaso no es populista el jefe nacional de Pimentel? ¿Qué tiene Rivera de centrado? ¿El botón del blazer? ¿De ser Pérez alcalde en las condiciones de Espadas, habría desestimado los votos de Vox para aprobar el presupuesto? ¿Y qué habría dicho el moderado Espadas en la oposición?