NO sólo le gusta cocinar sino que además le gusta comer, y eso se nota. En todos sus episodios cierra los ojos paladeando a dos carrillos alguna bagatela nacional. José Andrés, aquel chef de las tardes de La 1 con el nombre evidente de Vamos a cocinar, es una institución en Estados Unidos, uno de esos invitados que regala buenos momentos en todo magacín que se ponga a tiro y una estrella cuando batalla en los fogones matinales de la NBC mientras se llenan sus restaurantes de tapas y cocina mediterránea de por allá. Igual que para relanzarnos como nación necesitaríamos una docena de Zaras, también deberíamos de disponer de una docena bien despachaíta de tipos como José Andrés.

En La 2 de los fines de semana (un tesoro para los zapeadores que aún tiene paladar audiovisual y paciencia) se repone Jose Made in Spain, la serie gastronómica de reportajes y recetas que el cocinero pensó para la cadena pública de los yanquis, la PBS, donde recorre nuestro invertebrado país formándole un armazón en torno a los buenos productos y a las mejores elaboraciones de ellos. Paltrow condujo Spain on the road y la revisión autóctona diríamos que fue la de Echanove e Imanol con Un país para comérselo.

José Andrés se pega un festín en cada capítulo, se repite un poco con lo de "biutifuuul", pero no es para menos. El detalle que rematan su olfato y su vista son las recetas que guiñan al público norteamericano mientras no se cansa de alabar la calidad Made in Spain, lo que ahora llaman "marca España". En este fin de semana se reponía el programa donde elaboraba una paella en la sacrosanta barbacoa, rodeado por su familia. Sencilla escena y rotundo mensaje. Lo que necesitamos para revalorizarnos, vender y atraer.