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Las dos orillas

José Joaquín León

Extrapolación del día después

UNAS elecciones europeas como éstas son una mina para los extrapoladores del día después. Como influyen poco, se explican según nos interese. A las diez de la noche del domingo, cuando María Teresa Fernández de la Vega y Alfredo Pérez Rubalcaba aparecieron en televisión para dar los resultados de las elecciones europeas, antes de que abrieran la boca, ya estaba clarísimo quién había ganado. Hay caritas que lo dicen todo. Sin palabras. Después puedes explicar lo que más te apetezca, a ver si cuela. Como decir que Zapatero no tiene nada que ver con estos resultados. La culpa es de un tal López Aguilar, que ha perdido las elecciones "con la cara alta", según dijo él mismo.

-Fue noche de caras. Pero Zapatero no la dio. Como si la campaña, con vuelo en el Falcon, la hubiera protagonizado Leire Pajín.

Los extrapoladores del día después… Podía ser una chirigota del Carnaval de Cádiz. Pero es lo que tenemos. Ya conocen la madre de todas las extrapolaciones: sólo hay dos escaños de diferencia (23-21), pero con estos resultados, en unas elecciones generales, gracias a la ley D'Hondt, serían 20.Y se le daría la vuelta a la tortilla: el PP contaría con 169 escaños y podría gobernar con mayoría absoluta si consiguiera el apoyo de CiU. Por su parte, el PSOE se quedaría con 149 escaños y casi sin opciones de gobernar.

-Por fin se ha notado la mano de Mariano para firmar unos buenos resultados.

Por si acaso, en la celebración que convocaron los militantes del PP en la calle Génova madrileña se vieron menos banderas españolas que otras veces. Y, por el contrario, había al menos una senyera catalana (será para empezar el tonteo con CiU). Rajoy debe ponerse ya una barretina y hacerse del Barça, como Zapatero. Por ahí flojea. Los socialistas arrasaron en Cataluña.

-Y se columpiaron en Madrid, en la Valencia de Camps el de los trajes, y en más de media España. Con la excepción del País Vasco y Cataluña. Y Andalucía…

En la calle Génova también había dos banderas andaluzas. Sería por algo. En esta nuestra comunidad el PSOE ha bajado y el PP ha subido. Pero como unos estaban en la azotea y los otros en el sótano, los extrapoladores del día después dicen lo mismo de siempre: que el PSOE ganaría con la punta de la urna. ¡Qué fácil es ser extrapolador en Andalucía! Esto lo acierta cualquiera. Y si el extrapolador es andaluz occidental más fácil lo tiene. Con razón dijo Griñán, después de votar, que la noche anterior había dormido estupendamente. Diez horas durmió Griñán, con los nervios que tenía. Y otras diez horas pudo dormir la noche siguiente. Pero, probablemente, las extrapolaciones nocturnas también existen en La Moncloa, y Zapatero durmió peor. Aunque a él no le vimos la carita.

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