Puntadas con hilo

María José Guzmán

mjguzman@grupojoly.com

Espadas ya tiene donde dejar su huella

El ‘premio’ para Artillería es una oportunidad sin igual para Sevilla que salva también al alcalde

Todo alcalde necesita un hito, un sello, una marca. Cada uno deja atrás muchos intangibles. Seguro. Pero, a la hora de hacer balance del mandato, esto no cuenta para el gran público. La mala gestión se castiga y resta. La buena se asume como una obligación y suma menos de lo que debería. Y se busca siempre una huella, a ser posible grande y vistosa, como si fuera el único legado. Parece injusto. Seguramente lo es.

Y a pocos se le escapa que, a estas alturas de la película, Juan Espadas necesita materializar su gestión en un gran proyecto. Y mira por dónde la Unión Europea le ha venido a ver con 20 millones de euros debajo del brazo para la Fábrica de Artillería. Hay quien cree en los milagros, y es respetable, pero detrás de este ‘regalo’ hay muchas horas de estrategias y trabajo riguroso. Que no se engañe nadie. ¿Que otros también lo intentaron? Bien, pero es él quien tendrá la oportunidad de recuperar un patrimonio abandonado que, ahora sí, se convertirá en su proyecto estrella. Y ése es su gran acierto.

El denominado Centro Cultural Magallanes, el argumento por el que llegan los fondos europeos, tiene un recorrido largo. Pero ésa será sólo una parte de la actividad que albergará la antigua fábrica, donde las obras se han ido sucediendo desde 2011. Empezaron con Zoido como alcalde y, licitados y adjudicados en el mandato de Espadas, hay en estos momentos tres proyectos de intervención que suman un millón de euros: la adecuación del taller de herramientas para uso cultural; la intervención en la escalera sur que permitirá abrir de forma permanente a la visita las cubiertas; y otras obras relacionadas con infraestructuras y suministros, básicas para abrir este espacio.

Y todo esto va a permitir que Artillería, como un recinto sin igual para otros creadores de la ciudad, sea una realidad en breve. Ya está diseñada la actividad cultural que se irá acompasando al ritmo de cada una de las obras. Y se va con retraso respecto a los planes que, desde el inicio del mandato, ha ido barajando el concejal Antonio Muñoz.

La pasada primavera Artillería abrió por obras, un guiño que el Ayuntamiento hizo a los sevillanos con motivo del festival de artes escénicas FeSt. Y ya entonces la intención fue continuar con una programación más o menos periódica de eventos culturales. Algunos más ha habido y ahora se confirma que las visitas teatralizadas que se estrenaron con motivo de la Noche en Blanco se prolongarán después de haberse agotado las entradas en pocos minutos.

Hay mucho interés ciudadano por conocer este patrimonio. El dinero que llega de Europa para recuperar esta ‘catedral’ civil es una oportunidad sin igual para Sevilla, pero también para el gobierno de Espadas que en la Fábrica de Artillería dejará su marca: la de una Sevilla que, sin renunciar a la tradición, se mira en la vanguardia. Y que va a usar un gran contenedor de historia de la ciudad para llenarlo de ideas frescas, no rancias. Al menos, ésa es la intención. Una propuesta, de entrada, valiente. Luego vendrá la crítica.

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