Azul Klein

Charo Ramos

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Fernando Meana

Fundó con su esposa una de las colecciones privadas de arte contemporáneo más importantes de España

Ha fallecido a los 85 años el abogado Fernando Meana, pionero del Derecho Marítimo en España y gran coleccionista de arte contemporáneo, pasión que compartió con su esposa Mariví Larrucea. El coronavirus está laminando a toda una generación valiente y emprendedora sin que podamos despedirla como se merece pero la colección Meana-Larrucea prolongará el recuerdo, en el ámbito de la cultura, de este bilbaíno trabajador, afable y muy inteligente que asumió como una tarea más la promoción de los artistas del tiempo que le tocó vivir.

Conocí a Meana gracias a Guillermo Paneque, su amigo, asesor artístico y uno de los escasos creadores sevillanos presentes en su ambiciosa colección, donde también hay obras de Curro González y de otros compañeros andaluces de su generación como Pedro G. Romero, Pepe Espaliú o Federico Guzmán. Es un conjunto ecléctico, internacional, de un gusto exquisito, que le valió al matrimonio en 2007 el premio ARCO al coleccionismo particular.

Fernando Meana comenzó esta aventura en 1986, cuando al casarse con Mariví la pareja recibió como regalo de boda una escultura de Vicente Larrea, artista que había sido compañero suyo de colegio. Esa pieza fue el inicio de una colección que supera el medio millar de obras pero la cantidad aquí no es tan importante como la calidad. Si al principio el arte vasco tuvo un claro protagonismo, y el conjunto aún puede presumir de los aceros de Txomin Badiola o las instalaciones de Cristina Iglesias, con el tiempo el foco se abrió a toda Europa y especialmente a Latinoamérica, por lo que cuenta con trabajos de los más importantes artistas del Caribe a la Patagonia, como Doris Salcedo, Gabriel Orozco, Cildo Meireles o Vik Muniz. Meana siempre decía que compraba obras que le llenaban personalmente, que se dejaba guiar por la pasión y no por estrategias inversoras. Pudimos conocer mejor su gusto y su colección gracias a dos exposiciones comisariadas por Paneque: Entre chien y loup (Entre perro y lobo), celebrada en 2013 en la Torre Iberdrola de Bilbao, y Los ojos del tiempo, inaugurada en 2014 en Cádiz y en la que medio centenar de sus obras dialogaban con piezas de instituciones y museos de la ciudad. Repasando aquellas citas con el también coleccionista Fernando Yñiguez asomaban ayer a nuestra memoria piezas de Dora García, Joan Brossa, Albert Oehlen, Cindy Sherman, Nan Goldin… y esculturas del recordado Juan Muñoz. En estos tiempos inciertos, donde los presupuestos son escasos y las necesidades múltiples y crecientes, resulta crucial repensar cómo ayudar institucionalmente a nuestros sufridos artistas y galeristas sin que las colecciones públicas rebajen por ello los criterios de calidad y rigor que las harán relevantes como lo es ya, sin duda, la colección Meana-Larrucea.

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