LA mayor parte de los ayuntamientos se confiesan caninos, pero el de Tomares pisa rumboso. La crisis presupuestaria en los municipios de la provincia ha cogido colgados de la brocha sobre todo a los pequeños que vivían de los castillos en el aire. A Tomares le cogió el viento a favor, allí se decantó una de las primeras prolongaciones de la Sevilla residencial y empresarial que buscaba otro aire en el Aljarafe. Mientras otros consistorios de la comarca están de capa caída y reduciendo plantilla, el de Tomares no cesa de anunciar la prestación de servicios a la población. Veremos hasta dónde tiene cuerda.

Lo que me parece más saludable es el pago, por parte del Ayuntamiento que preside José Luis Sanz, de estancias en Inglaterra para los once mejores escolares de Tomares en aulas de Secundaria, con el fin de que realicen cursos intensivos en lengua inglesa. Y los cinco premiados en Primaria son enviados a campamentos de inglés en Sierra Nevada. Disiento, en cambio, de las subvenciones que dan para abaratar excursiones en grupos por la provincia, por Andalucía e incluso de vacaciones al extranjero (Cracovia y Flandes). También lo hacen ayuntamientos como el de Sevilla capital. Si hay que apretarse el cinturón y priorizar la inversión, apuesten por las becas de estudios y aminoren el gasto en viajes que no son de estudios.

Celebro que, ya que existe en Tomares una televisión municipal, dedique parte de su programación a enseñar inglés a los niños. El programa se llama Toma Peques. Lo habitual en las televisiones locales es el mal ejemplo de las videntes. Un vecino mediático como Canal Sur no tiene programa didáctico de inglés pese a que los andaluces necesitan mucho más aprender idiomas que ver a María del Monte.

Es el eterno retorno del adagio que tanto se olvida en Andalucía: no les des un pez (sin saber inglés), enséñales a pescar (y ya se bastarán solos para abrirse camino en inglés).