Visto y oído

Francisco / Andrés / Gallardo

Francisqueitor

EL concurso Cifras y letras circula en los umbrales de la modestia, pero complace a una afición familiar la mar de fiel que, papel y bolígrafo en ristre, se toma el inicio de la noche como un simple pasatiempo en el Canal Sur 2, que Dios guarde y aleje de los maridelmontismos. Este clásico de sencillos galimatías de números y palabras se convierte en un remanso en la parrilla, un punto y aparte, al que cualquiera se puede subir o bajar, ir y volver con el mando, y cuando aparece siempre tiende la mano como un sano entretenimiento. Busquen por la parrilla y comprobarán que hay poquitos regalos como éste entre los estantes.

Durante más de nueve meses un personaje añadido a la mesa camilla del presentador Goyo González y sus dos sabios, Paz de Alarcón y Antonio Elegido, fue el almeriense Francisco Segura, que hace unos días conocía la ratificación de su sentencia en contra por la que perdió su empleo por acudir al concurso. El imbatible Francisqueitor, como le apodó Goyo, insiste en que solicitó los permisos para ausentarse, pero desde la empresa entienden que no fue así. Aunque sacó un buen pellizco, hasta dentro de unos meses no verá ni un euro, por lo que en cierta medida, salir en la tele le ha salido caro.

Algunos echamos de menos a Francisqueitor cuando sintonizamos estos días Cifras y letras porque el listón de los concursantes se ha resentido. El envarado Francisco, durante 117 programas, pudo llegar a hastiar a unos cuantos, pero era un seguro de competitividad, de brillantez, que se echa en falta. Pero va el campeón de la edición de Madrid y asegura en un blog que tiene más mérito ganar entre los madrileños que entre los andaluces, por nuestro bajo nivel. Prejuicios que revelan que la cultura y la educación no se mide por la habilidad de trenzar letras y números.

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