Y hablando de obras... A falta de nuevos proyectos, el gobierno local se ha tirado buena parte del verano volviendo a vender los tajos que tiene abiertos desde hace algo más de dos años. De ahí que el alcalde, y compañía, decidieran un itinerario ilustrativo de cómo se construye la ciudad de las personas. Que en el mismo incluyeran obras más que amortizadas -como el tanque de tormentas de la Alameda- o un plan de aparcamientos que mejor sería esconder, es lo de menos. La cosa consistía en aparentar feroz actividad, sobre todo en el largo estío, cuando todos los mensajes tienen cabida en los medios. Por cierto, Celis ha hecho su propia gira -como concejal de Urbanismo que es- en paralelo al alcalde. ¿Acuerdo consciente o mera casualidad?