La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Hagan política, impresentables

España y Sevilla líderes en desigualdad y pobreza. Apúntenselo cuantos tienen responsabilidades de gobierno

Nuestro titular de ayer y la entradilla que encabezaban la información de Ana S. Ameneiro eran una condena sin atenuante de la Junta de Andalucía (lo que supone una condena del PSOE que la ha gobernado durante toda nuestra historia democrática hasta la llegada de Moreno) y de los ayuntamientos de Sevilla (lo que implica una condena del PSOE, el PA y el PP): "Sevilla concentra los barrios más pobres de España. Polígono Sur, Pajaritos-Amate y Torreblanca lideran la lista, seguidos de Torreblanca, Cerro-Su Eminencia, La Oliva y Polígono Norte-Villegas. Los vecinos de Polígono Sur piden a las administraciones políticas de empleo y bajar a la tierra".

Bajar a la tierra quiere decir hacer política de verdad, no la politiquilla de vergonzoso canje de cromos que estos días presenciamos. Y política -"arte del gobierno de los Estados y actividad de quienes rigen los asuntos públicos"- designa desde su origen griego lo que se refiere al gobierno de la polis. Bajar a la tierra quiere decir que la política se ponga al servicio del bienestar de los ciudadanos, de todos los ciudadanos, eliminando los abismos de desigualdad, erradicando la pobreza y sus extremos de miseria y marginación, priorizando de forma radical en el gasto público las acciones -educación, sanidad, trabajo, vivienda, promoción social, igualdad de oportunidades- que corrijan injusticias estructurales heredadas y garanticen que ningún ciudadano nazca hoy condenado -eso que se llama pobreza heredada- por hacerlo en un entorno desfavorecido.

En cómo se logre esto consiste el arte de la política. Acordar que esta es la meta radicalmente prioritaria de la acción política debe estar por encima de cualquier discusión ideológica y partidista en una democracia, como lo están los Derechos Humanos que todos asumen como principios rectores y ningún partido se atreve a negar. Las condiciones precarias o indignas de vida y la desigualdad atentan contra los Derechos Humanos y contra nuestra Constitución. La existencia de estos guetos de marginación la conculca tanto como los independentistas. Suecia, Dinamarca, Finlandia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa son los países más igualitarios de la UE. Los más desiguales son Bulgaria, Rumanía, Lituania y España; y en ella Sevilla concentra los barrios más pobres. Apúntenselo cuantos han tenido y tienen responsabilidades de gobierno nacional, autonómico y local.

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