Una de las características del Mando Único es que no aciertan ni cuando rectifican. Aunque hay excepciones: hasta ellos se han dado cuenta de la parida que había pedido Isabel Díaz Ayuso, con la fase 1 para Madrid, epicentro del coronavirus. Por su parte, la Junta de Andalucía solicitó al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que rectifique los horarios de las salidas. En realidad, eso lo pide todo el mundo, ya que son demenciales, y no quedó claro si se le habían ocurrido a Fernando Simón o al marqués de Sade. Otro problema. Los mejores horarios, como los mejores árbitros, son los que no se notan. Es decir, los mejores horarios son los que no existen, sino que cada uno sale cuando se le apetece.

Pero el Mando Único, ahora sometido a la cogestión, debe intervenir en todo. Pasan al modelo Cenicienta. Van a dejar salir a la gente hasta las doce de la noche. A esa hora, los corredores y los paseantes, cual cenicientos o cenicientas, según, deberán estar en sus casas, para que el Papá-Estado no los castigue. Y si pierden una zapatilla en el Prado o la calle Torneo, allá cada cual. A lo mejor les sale un príncipe rojo con coleta, para envidia de las hermanastras. En este país, la envidia es importante. Ya se ha visto con Madrid: quieren ser como Almería y Huelva, y abrir como si nada.

Con los nuevos horarios, los que van a salir peor son los mismos de siempre: los mayores de 70 años. Son las grandes víctimas del coronavirus, en todos los sentidos. Y siguen a por ellos. Proponen un horario de 10:00 a 12:00 por la mañana (el mismo que tenían) y de 18:00 a 19:00 (peor que el anterior, que empezaba y acababa una hora después, con menos calor). Es decir, que a las 18:00, incluso en tardes tórridas, es cuando deben salir los mayores. Mientras a los jóvenes y adultos entre 14 y 70 años les permiten de 06:00 a 10:00 por las mañanas y de 21:00 a 24:00 por las noches (en ambos casos, con más fresco). Todo eso con la excusa de los niños, que los pobrecitos se asfixiaban, y saldrán de 12:00 a 14:00 (ideal para ir al parque de su barrio) y de 19:00 a 21:00 (para paseos vespertinos por la Avenida).

Volvemos a lo de siempre: hay que adaptarse a la realidad, y dejar a la gente en libertad, aunque sea provisional. No es igual la temperatura de Sevilla o Córdoba por la tarde que la de Cádiz o Huelva. Hay unas diferencias en las brisas. Andalucía no necesita franjas horarias para salir, sino que en las calles y en las plazas, en los parques, en las playas, o donde sea, cumplan las normas básicas de seguridad. Mascarillas, distancias, y respeto... Eso es lo que está fallando, lamentablemente.