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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Hoy es Todos los Santos

Por mucho que quieran borrarlo hoy es el día de Todos los Santos, cuyo epicentro está en la calle Feria

La festividad de Todos los Santos fue instituida por Gregorio III en el siglo VIII y la conmemoración de los fieles difuntos por San Odilón, quinto abad de Cluny, en el siglo XI. Aunque sus raíces bíblicas se remontan al siglo I antes de Cristo, cuando Judas Macabeo ordenó un sacrificio expiatorio en el Templo por las almas de sus soldados muertos en pecado, haciéndolo "pensando en la resurrección" porque "de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos, más si consideraba que una magnífica recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un pensamiento santo y piadoso". De su origen judío han pasado veintiún siglos y del cristiano, diez. Anteayer, como quien dice.

Hoy es el día de Todos los Santos, cuyo epicentro sevillano está en la calle Feria. La importación de una costumbre americana ha borrado esta celebración del espacio público. Por lo visto, la superstición puede invadirlo, pero la religión no. En cuanto a los fieles difuntos, los católicos hemos edulcorado la significación del 2 de noviembre. En Se hace tarde y anochece escribe el cardenal Sarah: "Yo mismo he constatado que la Iglesia ya no predica sobre las postrimerías. A los sacerdotes les da miedo que se rían de ellos. La supresión del Dies irae en las honras fúnebres es una muestra de este falso pudor… Ni siquiera los funerales tienen que ser tristes. Hay que cantar y reír hasta el último momento. ¿Cómo son capaces los hombres de aplaudir a los muertos que entran y salen de las iglesias?... El hombre quiere ahuyentar a la muerte, eliminar el duelo".

Efectivamente, el Dies irae fue suprimido tras las reformas litúrgicas posconciliares. Y con él una tradición de siete siglos que inspiró espléndidas composiciones de Morales, Biber, Cherubini, Mozart o Berlioz. Su letra era demasiado cruda para la sensibilidad religiosa moderna: "Día de la ira en que los siglos se reducirán a cenizas... ¡Cuánto terror habrá en el futuro cuando el juez venga a juzgarlo todo con estricto rigor! Día de lágrimas será aquel en que el hombre culpable resucitará del polvo para el juicio". Ira, ceniza, terror, juicio, lágrimas, culpa: demasiado para quienes bienintencionadamente temen que tanto rigor genere rechazo en estos tiempos líquidos. O para quienes llaman a Cristo "el mayor influencer de la historia" y a la Virgen, "la influencer de Dios".

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