Crónica Personal

Huida hacia delante

La generación joven del Partido Demócrata de Cataluña no está por bailarle el agua a Artur Mas

Alas inhabilitaciones de su principal promotor, Artur Mas, junto a su vicepresidenta y su consejera de Educación, que no ha sido cosa menor, se ha sumado la de quien fue su hombre de confianza en la Generalitat, Francesc Homs, que en esta legislatura se ha trasladado a Madrid como diputado y portavoz de su formación. Un palo importante para el político que se ha caracterizado por sus celos hacia su antecesor Durán Lleida y que ahora tendrá que dejar sus cargos institucionales.

No es el único revés de los independentistas, porque se suceden los juicios sobre la trama del 3%, que resulta que era el 4%, y caen como un castillo de naipes las caras más influyentes del pujolismo, lo que hace pensar que un día de éstos, además de miembros de la familia Pujol, el propio Artur Mas tendrá que comparecer ante un tribunal para dar cuenta de las cuentas de CDC. Por cierto, en PDeCat hay también problemas internos, porque la generación joven, entre la que se encuentran varios alcaldes que tratan de iniciarse en política a través de la gestión municipal, no está por la labor de bailar el agua a Mas y compañía. No quieren que les contaminen las operaciones pasadas que están pasando factura y, lo que es peor, provocan que la palabra corrupción se pronuncie con excesiva frecuencia. Ellos, esos alcaldes jóvenes, se sienten ajenos a las operaciones especulativas pasadas que les llenan de vergüenza.

Ante ese panorama, Puigdemont - empujado por Artur Mas, sin duda- ha abierto el plazo para que distintas empresas presenten sus propuestas para fabricar las papeletas y sobres del referéndum. Una huida hacia delante, estrategia que suele darse cuando vienen mal dadas y, ante la debilidad, conviene transmitir sensación de fortaleza.

El referéndum no se va a celebrar, lo sabe de sobra Puigdemont. Rajoy no va a permitir en esta ocasión ni siquiera que se celebre una consulta, y está decidido a tomar todas las medidas que le permiten la ley y la Constitución para impedirlo. Así que sacar a concurso las papeletas y sobres del referéndum no tiene más sentido que dar a entender que los independentistas no se sienten debilitados a pesar de los reveses judiciales.

Puigdemont se encuentra estos días con un problema complicado porque no quiere ser candidato a la Generalitat. Prefiere no ser el protagonista de un mal resultado electoral. Pero la inhabilitación de Mas complica su decisión de no presentarse, y cuentan los suyos que anda pesaroso porque su destino se presenta incierto. Si no hay referéndum la CUP le obligará a convocar elecciones… y entonces el PDeCat lo puede pasar muy mal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios