EL Íbex 35 no consiguió aguantar el tipo al cierre de la sesión de ayer y cedió un 0,49%, lo que llevó al selectivo a situarse en los 10.114,2 enteros, el mismo nivel que hace una semana. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 189,1 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 3,515%.

El descenso experimentado en la jornada de ayer limita al 1,9% la ganancia acumulada en el mes. FCC se convirtió en el farolillo rojo de la jornada con un retroceso del 8,48%, después de presentar una pérdida histórica de 1.506 millones de euros y anunciar que no repartirá dividendo hasta que se libere del exceso de deuda.

Tampoco fue un buen día para IAG, que ha caído un 4,03% pese a anunciar un beneficio de 151 millones de euros frente a los números rojos del año pasado; ni para Sacyr, que perdió un 3,92% al anunciar pérdidas de 496 millones tras provisionar 123 millones por las obras del Canal de Panamá.

Por su parte, Bankia, -que ha colocado un 7,5% de su capital entre inversores institucionales- cedió un 3,73%, dejando el precio de cotización de la acción (1,521 euros) por encima del precio de venta de los títulos de este paquete (1,51 euros). La parte positiva la aportaron Grifols, que avanzó un 2,03%, Ebro (+1,95%), Amadeus (+1,69%), Gamesa (+1,47%) y Enagás (+0,79%).

Inditex fue el único de los grandes valores que ha conseguido salvar el positivo, con una subida del 0,77%. Telefónica (-1,2%) y Repsol (-1,01%) fueron los blue chips más castigados, seguidos de BBVA (-0,42%), Iberdrola (-0,23%) y Santander (-0,17%).

En este contexto, el Íbex se convirtió en la peor plaza europea frente a sus homólogas del Viejo Continente: Fráncfort avanzó un 0,82%, París un 0,02% y Londres perdió un 0,02%. En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,3806 billetes verdes.