EL Íbex 35 rebotó un 0,26% al cierre de mercados y logró así frenar en la última sesión de la semana una mala racha de seis caídas consecutivas. Aun así, la volatilidad característica de agosto ha pasado factura al selectivo en las últimas cinco jornadas, en las que se ha desplomado un 3,9%.

En una semana marcada por el rescate a Banco Espírito Santo, el regreso a la recesión de Italia y las tensiones geopolíticas, el Íbex cedió más de 400 puntos y se ha estableció en los 10.104 enteros, niveles que no marcaba desde el pasado mes de abril.

Los valores bancarios han tirado del Íbex para salvar de las pérdidas la última jornada, en la que a primera hora llegó a perder la cota psicológica de los 10.000 puntos. Popular sumó un 2,35% y lideró los avances, seguido de Sabadell (+2,05%). Santander ha ganado un 0,94% y BBVA un 0,56%.

En el lado de las caídas despuntaron FCC, que perdió un 1,59%, Jazztel (-1,47%) y Amadeus (-0,82%). Iberdrola cedió un 0,63%. En las últimas cinco sesiones, todos los valores se han teñido de rojo, con FCC a la cabeza tras desplomarse un 14,44%.

El Ibex escapó junto a Milán (+0,3%) de las pérdidas generalizadas en Europa. Fráncfort perdió un 0,5%, Londres un 0,4% y París un 0,1%.

Por su parte, la prima de riesgo española sufría el repliegue de los inversores hacia la deuda periférica, puesto que subía ligeramente por encima de los 150 puntos básicos. El euro se fortalecía respecto al dólar y la moneda única se intercambiaba por 1,3418 billetes verdes.

"Nueva semana, y nuevo batacazo del Íbex 35", resumió el analista de XTB Joaquín Robles, quien incidió en que el selectivo regresa a niveles cercanos a los de principios de año. "Ha echado por tierra todo lo conseguido hasta ahora", lamentó Robles.