Entre las cualidades políticas del alcalde, Juan Espadas, siempre se ha destacado su facilidad para encajar sin mayores problemas en ambientes muy diversos: desde una agrupación socialista en un barrio de la periferia hasta el Palacio Arzobispal o la sede de una empresa puntera. A sus buenas relaciones con la Iglesia, y de forma particular con el arzobispo, Juan José Asenjo, le ha sacado partido. Esta semana se ha podido comprobar con el acuerdo entre el Ayuntamiento y el Patronato de la Vivienda que preside Asenjo, que permitirá rehabilitar los pisos de Los Pajaritos. Una iniciativa de las que, de verdad, ayudan a mejorar la ciudad.