La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Imponiéndose a pedradas, qué barbarie

Increíble, pero real como la vida misma, esa vida que pasa por delante de nuestros ojos abiertos de par en par. Ojos abiertos de puritita estupefacción viendo el paisaje que crea un paisanaje que está de más. Aquí lo mismo se llevan las cadenas de la catedral que presenciamos el particularísimo tiro al blanco contra automóviles en la más absoluta impunidad. Es como la recreación de un monumental Patio de Monipodio que llega a la modernidad directamente desde esa cumbre de la picaresca hispana que es Rinconete y Cortadillo. Todos campan a sus anchas en este parque temático que ha sucedido a aquella tristeza que fue constatar que Sevilla se nos había ido de las manos. Y esto de los ataques de ciertos taxistas colma un vaso que ya estaba lleno de sinrazones. ¿No hay forma de que la autoridad se imponga y las cosas no se quieran resolver a pedrada limpia?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios