APOCALÍPTICO panorama el que se observa no más se va uno acercando al que fuese llamado Real de la Feria. Apocalíptica visión de paraguas destrozados y a la deriva, de farolillos rotos por un viento que no parece de aquí, barro como si en vez de la Feria de Sevilla fuese San Mamés en día de manguerazo, nada que ver lo que está pasando con la Feria. Parece como un castigo bíblico y miedo dar mirar hacia atrás porque sólo faltaría convertirse en estatua de sal. Qué esaborición, qué temporal más intenso y extenso, no se conocía nada parecido desde que sabemos de la Feria. Hubo ferias lluviosas, pero de forma más atenuada, con sus treguas, dando tiempo a que el barro volviese a ser albero y con las corridas celebrándose. Lo de ahora es tremendo, con dos corridas suspendidas, por ahora, con el que fuese Real hecho un lodazal, ¿qué habremos hecho para merecer esto?