EL barrio de Los Remedios no pasa por su mejor momento. Todos los sevillanos esperamos que una vez terminadas las obras en el viario, empiecen a notarse los efectos positivos del Metro y que la peatonalización parcial de Asunción ayude al comercio. Porque con el paso de los años, el barrio ha pasado de ser el lugar donde se implantaban todas las novedades de Sevilla, a tener uno de los mayores índices de envejecimiento de toda la ciudad.

Esto no ha pasado de la noche a la mañana, pero me interesa más reflexionar sobre medidas de impulso al barrio, que entrar en una enumeración de causas de esta situación. Aunque sí debo decir que en las actividades culturales que más de cerca conozco, como son las artes escénicas, me parece significativo que cuando hay un despegue y consolidación de este sector en toda Sevilla, no exista a día de hoy ningún local de teatro o cine en los dos importantes barrios de la orilla derecha del Guadalquivir, Triana y Los Remedios.

Una de las más claras oportunidades que existen para dotar de nuevos contenidos al barrio y recuperar su lugar de referencia en la ciudad es que el barrio respire hacia las orillas del río. Y para ello es necesario que se ejecute el paseo peatonal en la zona de vegetación de ribera previsto en el Plan de Ordenación y la reutilización con usos cívicos de los edificios y zona verde arbolada que fueron hasta hace pocos años la última fábrica de tabaco de Sevilla.

La construcción de dicho complejo industrial permitió que el edificio de la Fábrica de Tabacos de la calle San Fernando se convirtiera en sede del Rectorado y principales facultades de la Universidad Hispalense. Creo que ahora toca emprender una operación de la misma altura de miras y calado urbano en las instalaciones vacantes de la calle Juan Sebastián Elcano. Conviene recordar que estamos haciendo referencia a una superficie total de cerca de treinta mil metros cuadrados, es decir, una superficie equivalente a las Atarazanas más el Hospital de la Caridad, sus jardines y el Teatro Maestranza.

Además, la fábrica de tabacos de Los Remedios es uno de los ejemplos más importantes en Sevilla de la arquitectura del movimiento moderno aplicada a la industria. Fue construida según proyecto del arquitecto Carlos Arniches en los primeros años cincuenta, con algunas modificaciones en los años sesenta del pasado siglo. El conjunto de edificios existentes es más que notable, por su arquitectura, que debería estar catalogada y protegida en sus elementos principales y por su capacidad de reutilización, ya que se trata de inmuebles muy funcionales. Sin olvidar el porte del arbolado existente en el interior de su recinto.

Sus características y localización, en uno de los mejores enclaves de Sevilla, permiten usos al servicio del barrio y de toda la ciudad y lo que es más importante en mi opinión, hacer que el barrio de Los Remedios tenga un nuevo impulso y se visualice como sede de uno de los mejores y más céntricos complejos de equipamientos urbanos abiertos al río Guadalquivir, pero esta vez en la otra orilla.