NADIE ha visto hasta la fecha a un cartero realizando el reparto de la correspondencia mediante el uso de un Mercedes. Quien lo intentara, aunque fuera por esnobismo, sería rápidamente acusado de despilfarro. Sin embargo, todas las administraciones públicas gastan más de la cuenta en sistemas informáticos que son el equivalente al Mercedes de ese cartero. Sobre todo desde que se sabe de la existencia y éxito del sotfware libre de derechos. Esta inteligente analogía la ha expuesto Juan Tomás García, fundador de la asociación Hispalinux, en las primeras jornadas de sotfware libre que ha promovido el Ayuntamiento de Marchena. Su alcalde, Juan Rodríguez Aguilera, mete la quinta velocidad para ofrecer prestaciones a la población mediante tecnología buena y barata.

La revolución pendiente está institucionalizada y a la mano, basta tomársela en serio. Es impresionante la autorregulación espontánea de millones de internautas que está haciendo público el conocimiento con el fin de compartirlo. Y es mucho el dinero que se ahorra cualquier Administración con el Linux, no están las arcas municipales para escatimar una ventaja. Lo mismo cabe decir a escala familiar, cada vez es más fácil utilizar gratis mediante internet formatos y herramientas, y desacelerar así los gastos.

En Marchena, además de animar a sus habitantes para que utilicen programas informáticos de código abierto, se imparten cursos de alfabetización informática, se prepara la conexión a internet sin cables en todo el municipio y se está diseñando una plataforma multicanal de atención al ciudadano capaz de asumir la cumplimentación de trámites desde internet y móviles. En cualquier administración, del dicho al hecho sólo se va si los empleados públicos aprenden a manejarse en los nuevos modos de procesar datos y entablar comunicaciones. Y sólo se llega a la orilla sano y salvo si los jefes políticos son los primeros en reciclarse.