Claro que la seguridad ciudadana forma parte de la estrategia preelectoral municipal. Como todo aquello que preocupa y alarma a los vecinos. Otra cosa es que se plantee con seriedad en el análisis, datos contrastados y propuestas de soluciones a corto, medio y largo plazo. Parece que el PP no lo ha hecho así y que, como es habitual en nuestra churripuerca vida política (a veces incluso más puerca que churri, como en ayer demostraron Aznar, Iglesias y Rufián) ha largado un órdago más interesado en explotar electoralmente la inseguridad que en afrontarla. Por otra parte tampoco es cierta la monserga -repetida por todos los alcaldes pertenezcan al partido que pertenezcan- de que se trata de una "sensación de inseguridad" de los vecinos aumentada por la prensa, exagerada por la oposición y multiplicada por las redes.
La inseguridad existe, muchos vecinos la padecen y se están produciendo nuevas formas de brutal delincuencia sin precedentes. Baste recordar el triple crimen de Dos Hermanas -tras asesinar a una mujer embarazada, a su hija de seis años y a su pareja arrojaron sus cadáveres a un pozo, los rociaron con sosa cáustica y los cubrieron con hormigón- o el descubrimiento policial hace solo tres días de la venta de las terribles balas expansivas o dum-dum en el mercado negro sevillano. Estamos aún muy lejos de Barcelona, donde la delincuencia ha aumentado un 30% en el primer semestre del año con respecto a 2017 (y la inmigración, como generadora de marginación, y las bandas internacionales, acaban de detener allí dos bandas de georgianos, tienen que ver con ello). Pero las cifras y las estadísticas no consuelan a quienes son atracados aquí ni excluyen la alta concentración de conflictos en determinados barrios.
Además de los barrios más pobres de España tenemos también el considerado más peligroso. Y otros descendidos de lo trabajador y lo pequeño burgués a lo marginal o en proceso de hacerlo. Los vecinos de Pino Montano no se manifestaron el jueves 6 y el viernes 14 -como por cierto hicieron en estas mismas fechas hace un año- por capricho. En junio eran los vecinos de Bellavista los que se manifestaban "por un barrio seguro y con futuro". El pasado mes de agosto el 77% de nuestros lectores creían que la inseguridad había aumentado. ¿Eran víctimas de un espejismo o de la histeria colectiva? No. Actúen todos, gobierno y oposición, con responsabilidad.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios