Observando que es gerundio, viendo lo que se ve uno se explica por qué el equipo que menos faltas hace del campeonato es el que sufre más minutos en inferioridad numérica. ¡Una excusa de las que esgrime la dupla Haro&Catalán? Dígase como se diga, lo cierto es que resulta difícil de comprender cómo estas cosas pasan en un mundo tan aparentemente transparente como el del fútbol, o más bien, como debiera ser el del fútbol.

¿Y por qué uno se explica que el Betis sea el equipo de Primera División que más expulsiones sufre? Habremos de ir por partes para comprender este estado de cosas. ¿Usted, dilecto lector, no vio cómo el árbitro de turno perseguía a Fekir la noche del Barça a ver si hacía algo merecedor de expulsión? Merecedor de expulsión en el Betis, no en ningún otro, que hay que ver cómo le manoteó el pecho Sergio Ramos al árbitro ante el Celta sin que recibiese admonición de tipo alguno.

O cómo ese catalán tan justiciero habitualmente con el Betis como es Estrada Fernández se daba todas las prisas del mundo por mostrarle la roja a Borja Iglesias. Lo único que pretendía el ariete bético era sacar de forma urgente porque el crono caminaba imparable al fin, algo que pretendía impedir un empleado que deseaba lo contrario. ¿Quién estuvo peor, el que quería jugar o el que quería impedirlo escondiendo la pelota? Pues, como es habitual, el reo resultaba ser el del Betis.

No pretendo esgrimir excusa alguna sobre la mediocre campaña que está realizando el Betis, pero no es lógico jugar tantos minutos en inferioridad cuando se trata del equipo que menos transgresiones del Reglamento ocasiona. ¿Nadie del club es capaz de poner pies en pared para que este estado de cosas no se prolongue? Esto no es ponerle paños calientes a un conjunto tan timorato e inefectivo, pero, caramba, jamás el equipo que menos transgriede fue el más castigado.