La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Las zonas prohibidas de Sevilla
No se recuerda algo parecido y es cómo un torero ha podido copar los premios instituidos. Nunca una unanimidad tan absoluta como la que ha reconocido el triunfo de un torero y la verdad es que un dato tan apabullante roza la injusticia que es el ninguneo a otros toreros también triunfadores. En menor medida que Morante, claro, pero a ver cómo se digiere que un torero como Roca Rey, que cortó cinco orejas y que abrió la Puerta del Príncipe, no reciba ni una sola mención. O El Juli, Tomás Rufo, Ginés Marín... que triunfaron a lo grande y han pasado desapercibidos en los distintos jurados que disciernen estos galardones. Pero es que ha sido tan clamoroso, tan trascendente para la Fiesta Nacional, el triunfo del orfebre cigarrero que resulta lógica la decisión de que haya sido el mayor acaparador de premios desde que estos trofeos arrancaron allá por 1965.
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