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la ciudad y los días

Carlos Colón

Juan Martínez Alcalde

SUS advocaciones eran una forma idealizada, espiritualizada, de decir los nombres de las collaciones de Sevilla. Y los nombres de éstas repetían como un eco las advocaciones que presidían los trabajos y los días de quienes en ellas vivían y morían a los pies de las familiares imágenes de Gloria a las que fueron presentados tras bautizarse y ante las que se dijeron las misas por su alma. Lo escribo en pasado porque ya no reinan como lo hicieron la Salud en San Isidoro, el Amparo en la Magdalena, Todos los Santos en la calle ancha de la Feria, la Alegría en San Bartolomé, la Hiniesta en San Julián, el Rosario y el Carmen en San Gil, las Nieves en Santa María la Blanca, Valvanera en la Calzada, las Pastoras en Capuchinos, Triana, San Vicente y Santa Marina, las guardesas de la Luz, del Rosario, de las Mercedes y de la Pura y Limpia en las puertas de Carmona, Real y del Postigo. Por no mencionar las venerables y perdidas devociones de Rocamador, el Coral o la Antigua.

Ha decaído, es innegable, ese esplendor que en tantas ocasiones situó a las hermandades y devociones de Gloria por encima de las de penitencia. Y por ello es un importante legado histórico, devocional y artístico que no debe perderse, fiado sólo a los archivos de las tantas veces modestas hermandades o la memoria de los suyos. El futuro de las corporaciones de gloria depende la preservación de su pasado. Porque sólo desde la raíz se puede renacer. Y hondas raíces tienen, hundidas en la tierra de Sevilla desde su reconquista fernandina -Reyes, Coral, Rocamador, Valvanera, y aún antes, -Antigua-.

Desde hace muchos años Juan Martínez Alcalde investiga y escribe sobre estas corporaciones y devociones centenarias, como si fuera el depositario de una memoria, el transmisor de historias y leyendas que la ciudad ha tejido a lo largo de siete siglos. Ahora su trabajo culmina en los tres volúmenes de los Anales de las Hermandades de Gloria que justifican su bien ganada fama de ser el Bermejo de las glorias de Sevilla.

Culmina sólo de momento. Porque Juan Martínez Alcalde, que ya nos había ofrecido Hermandades de Gloria de Sevilla o Sevilla Mariana, seguirá investigando y divulgando la historia de estas corporaciones tan importantes para conocer, no sólo la historia de Sevilla, sino su intrahistoria, en el sentido unamuniano de la palabra: "La vida, silenciosa y continua como el fondo del mar, de millones de hombres sin historia que a todas horas del día y en todos los países del globo se levantan a una orden del sol y van a sus campos a proseguir la oscura y silenciosa labor cotidiana y eterna".

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