CONFIESO que era la primera vez esta temporada que veía al Sevilla in situ, es decir, en el propio campo de juego. Mi temporada con el equipo de Nervión fue hasta el sábado por televisión, lugar en el que se ven muy bien las repeticiones, pero en el que se aprecia muy poco el fútbol. Confieso que esperaba mucho más del Sevilla, de un equipo que está, por méritos propios, en la final de la Copa del Rey, en octavos de final de la Champions y peleando por el tercer puesto en Liga.

Muchos se quedarán con que al Sevilla se le escapó un punto en el minuto 92 y estarán contentos con ello. Yo, por doloroso que pueda parecer, me quedo con lo que me ofreció el grupo de Jiménez durante los 97 minutos que duró el choque: nada.

Quizá es que me ha acostumbrado mal este equipo en las últimas temporadas, quizá es que esperaba mucho, muchísimo más. Quizá es que yo he visto al Sevilla humillar al Madrid con un fútbol excelso en el mismo escenario con motivo de una final de la Supercopa. La realidad es que el sábado no ofreció nada en el arranque, menos cuando se puso 0-1 y muchísimo menos con el 0-2. Eso por lo percibido en el campo. Después, en frío, las cosas resultan peores, con la circunstancia, incluso, de que las estadísticas ofrecen un doloroso dato: el Sevilla se fue con dos goles, pero con un solo remate entre los tres palos.

Números terribles, con 34 remates para el Madrid. Dijo Jiménez al terminar que había trabajado muy bien la defensa para esta cita y uno se queda con la duda de si lo que tenía que haber trabajado era el centro del campo. No puede ser que la entrada suicida de Van der Vaart y Guti desarbole a un equipo con dos goles de ventaja en el marcador. Quizá sea porque el Sevilla estaba desarbolado desde el principio y el resultado era real en el marcador, pero falso en el juego. Y así pasó. Y fue en el 92 porque Palop se empeñó en seguir reclamando su sitio como mejor portero de esta Liga. Sin él, lo único bueno del Sevilla en el Bernabéu, estaríamos hablando de una goleada. Y lo peor es que hubiera sido justa.