EL Íbex 35 no consiguió aguantar el tipo al cierre de sesión y retrocedió un 0,14%, lo que llevó al selectivo a situarse en 7.787,1 enteros. De este modo, el parqué madrileño marcó un nuevo mínimo anual, tras acumular tres días consecutivos de caídas. La prima de riesgo se relajó hasta los 352 puntos básicos, frente a los 361 puntos básicos de la apertura, con la rentabilidad del bono a 10 años en 4,74%.

Las constructoras se convirtieron en el principal lastre del selectivo, especialmente FCC, que perdió un 5,35%. Sacyr se dejó un 2,52% y ACS un 1,07%. Los pesos pesados del Ibex no registraron un comportamiento uniforme. Entre los valores negativos destacaron Iberdrola (-1,21%), Endesa (-0,15%), Inditex (-0,1%) y BBVA (-0,02%). Frente a ellos se posicionaron Repsol, que ganó un 0,53%, Banco Santander (+0,25%) y Telefónica (+0,1%). Grifols se convirtió en el mejor valor de la jornada, con un avance del 2,40%, seguido de DIA (+2,17%), Gas Natural (+1,71%), Enagás (+1,55%) y Viscofan (+1,23%).

La analista de IG Markets Soledad Pellón indicó que las tensiones puntuales en Grecia y Portugal no han afectado ni a la renta variable ni a la renta fija periférica. Tanto la prima española como la italiana han tenido un buen comportamiento a lo largo de la sesión.

"Una de las razones puede ser que el mercado está inundado de liquidez que, hasta que no se drene, permanecerá buscando rentabilidad en activos como los bonos españoles", aseguró la analista, que advirtió de que "siguen siendo los bancos españoles los principales compradores de nuestra deuda, es decir, el riesgo se queda en casa". Además, los inversores saben que el BCE comprará deuda portuguesa en caso de que el país lo solicite.

En el mercado de divisas, el euro cotizaba a cierre de sesión de ayer en 1,3005 billetes verdes.