EL Íbex 35 cerró la sesión de ayer con un repunte del 0,19%, lo que lleva al selectivo a situarse en los 10.938,1 puntos. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 133,8 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,284%.

De este modo, el índice consiguió frenar las caídas tras cinco sesiones consecutivas de descenso y cerrar en positivo, a diferencia de las principales plazas europeas: Fráncfort se dejó un 0,68%, Londres un 0,52% y París un 0,33%. En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1264 dólares.

Sacyr se situó a la cabeza de las ganancias con un repunte del 4,3%, hasta los 1,756 euros, después de anunciar la venta de su filial Testa a Merlín por 1.793 millones de euros. También se revalorizaron con fuerza Abengoa (+2,3%), FCC (+2%), ArcelorMittal (+1,9%) y Grifols (+1,4%).

Por el contrario, Amadeus se consolidó como el farolillo rojo de la sesión, con un recorte del 3,7%, hasta los 35,3 euros por acción, después de que Air France esté considerando cobrar por la venta de billetes a terceros fuera de sus canales de venta directos, incluyendo las realizadas a través de los sistemas globales de distribución (GDS). Tampoco han conseguido mantener el tipo OHL, que ha cedido un 1,2%, Enagás (-0,5%), Iberdrola (-0,4%) e IAG (-0,3%). Dentro de los blue chips no se observó una tendencia clara y mientras Inditex (+1,2%), BBVA (+0,29%) y Santander (+0,04%) cerraron con ganancias, Iberdrola (-0,49%), Repsol (-0,17%), Endesa (-0,12%) y Telefónica (-0,04%) terminaron en números rojos.

El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón explicó que la señal técnica de vuelta alcista "estará probablemente asociada a un eventual avance en las negociaciones entre Grecia y las instituciones acreedoras".