EL verano ha sido para Antena 3. El primer puesto televisivo de la temporada baja viene a ser un título menor, de Intertoto, pero los resultados de agosto garabatean un bosquejo de cómo parte la temporada invernal. A Telecinco no le queda otra que mantener (incluso acentuar) su estilo, formas y fisonomía de su oferta. De AR, de Sálvame, de Mujeres y hombres, con la incorporación de su nueva Salsa rosa, con detalles dietéticos, para la noche de los sábados con Emma García. Muchos de los espectadores de Telecinco están volviendo de las vacaciones. La principal cadena de Mediaset tiene compañía de costumbres diarias.

Pero con el regreso de todos los espectadores en cuanto el último alumno entre por la puerta de su instituto, Antena 3 tiene toda la pinta de seguir liderando los próximos meses. Está comprobando cómo fructifica su estrategia iniciada hace unos tres años de ir eliminando todo el corazoneo que la emparentaba con Telecinco y se ha afianzado como cadena de salita de estar: para tenerla enchufada todo el día, sin altibajos chirriantes.

La receta de esa fortaleza de Antena 3 (la más vista con diferencia entre los andaluces en este año) reside en haber aprovechado todas las décimas perdidas por La 1. Antena 3 calca lo que era TVE hace quince, hace diez, hace siete años. Un matinal diverso que esquiva el marujeo, las recetas de Arguiñano, tres concursos familiares y participativos, un par de seriales (entre ellos Amar en tiempos revueltos, digo Amar es para siempre) y unos informativos a cargo de rostros de confianza, inamovibles. En las noches, series de casa, películas de postín y entretenimiento simple. Pura esencia de TVE. La esencia que fueron tirando desde lo alto del Pirulí.