POSIBLEMENTE en lo único que Lopera ha mentido es calificando al Sevilla de campeón del mundo, cuando es, según estadísticos e historiadores, el mejor equipo no el campeón. ¿Y quién es el campeón del mundo? Pues si oficializásemos la Toyota Cup sería el Milan de Kaká el susodicho campeón. Ah, perdón, que cuando resalto en lo único que ha mentido Lopera es en este asunto puntual de la frase que muchos han querido enarbolar como una forma de desenterrar el hacha de guerra y de mandar a hacer muchas puñetas el espíritu Antonio Puerta. Sólo una falsedad en una frase que no ha de interpretarse por la tremenda.

Si en vez de decir campeón dice mejor, asunto modélico, que la realidad objetiva está ahí, en la tabla clasificatoria para lo que guste mandar, a disposición de cuanto quiera ir a consulta. Pero suena a farisaico lo de ese personal que se ha rasgado las vestiduras arremetiendo contra un personaje criticable por otras cuestiones de más calado que la dichosa frasecita. La frase dice lo que dice -"estamos a tres puntos del campeón del mundo"-, es una verdad como un templo a excepción, insisto, del calificativo que le da al Sevilla y nadie debe ver una incitación a la violencia en ella, sobre todo porque es más propia de ursulina que de un personaje como Lopera.

Dicen que la cercanía del derbi no hace aconsejable dicha declaración y cuando se dicen cosas así da la impresión de que se está loco por agarrarse a una excusa que permita el contragolpe. Está, seguro que sí, muy cerca el derbi, pero más cerca está la Navidad y es éste un tiempo para la concordia, no para ese cainismo que tanto parece echar de menos todos esos que se han llamado a escándalo por la frase de una máquina de hacer frases desafortunadas. Y es que si no debiera resultar extraño calificar de chocante una frase, o lo que sea, de Lopera, pasa que en esta ocasión ha dicho la verdad menos en un adjetivo, sólo en un adjetivo el de campeón en vez de mejor.