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Luis Carlos Peris

¿Lopera vende su juguete?

¿Qué puñetas va a hacer en su feudo de El Fontanal si se queda sin poder manejar todos los hilos del Betis?

MAREAR la perdiz, estar en el candelero permanente y no permitir que nadie interfiera en su juego favorito es el mayor placer que puede sentir el ciudadano Manuel Ruiz de Lopera, natural y vecino de El Fontanal, Sevilla extramuros. Hace unos días quiso ponerse en contacto con él un multimillonario muy muchimillonario asiático con tentáculos poderosos por aquí abajo y ni siquiera lo recibió; a Luis Castel sí se dignó escucharle porque iba de la mano de Blas Ballesteros y ya se sabe lo constante que resulta el ex concejal de Tráfico y amigo entrañable de los taxistas cuando se propone alguna consecución.

¿Qué va a hacer Lopera si vende el Betis? ¿En qué entretendrá su tiempo? Porque resulta que el tiempo de este hombre es largo, las horas del día se le hacen interminables en su búnquer de la calle Jabugo, pues no crea usted, amigo, que tiene tantas ocupaciones como él pregona hasta la saciedad. Pero tenga las ocupaciones que tenga, se levante a la hora que se levante, se tome el número de zumos de naranja que se tome, el Betis es su juguete favorito, eso que le permite entretenerse en mil conversaciones con representantes de futbolistas de perfil bajo con los que negociar; o mentir a babor y a estribor para terminar, él solito, sólo él, creyéndose dicha falsedad.

Ahora le ha dado por propalar la especie de que a cierto periodista no le permite subir al avión del Betis porque indispone a los futbolistas contra el entrenador. Ello es una burda mentira más, pero sirve para que ese entrenador mire para otro lado cuando dicho intoxicador le da los buenos días. Con tal política de lavadero, ¿quién puede creer que Lopera va a vender un juguete que tantas horas de asueto le proporciona? Castel y entorno trabajan para que la cosa pueda fructificar, Lopera se deja querer y la perdiz se marea y se marea mientras el equipo se hunde, el bético se siente insultado y desde El Fontanal se sigue tirando del hilito del Betis.

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