ENCUENTRO entrañable el de hoy en la vieja pileta de la calle Trastamara, un memorial recordando al que fuese alma máter de la natación sevillana, Lorenzo Muñoz. Catalán y republicano a machamartillo, Lorenzo enseñó a nadar a los niños de Sevilla en un tiempo en que ya era un logro no ahogarse. Cascarrabias y amante de lo bien terminado, Lorenzo derivó a un periodismo minoritario en el que se hizo con un nombre importante. Lorenzo fue pionero de muchas cosas y lo mismo adiestraba con mano de hierro a sus niños del Natación que probaba el último modelo de Peugeot en Mónaco o seguía poniéndose nervioso narrando la llegada de unos caballos que parecían iguales en la meta de Pineda. Hoy, Javier Ojeda, Ángel Luis Rodríguez Albariño, Manolo Alés y todos los que mantienen vivo al Club Natación se emocionarán recordando a Lorenzo como él hubiese querido, ante un sin fin de pruebas en su pileta.
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