ESTOY realmente convencida de que el Premio Nobel de la Paz de este año sí se lo concederán a Malala Yousafzair: Malala para la humanidad. Nadie, podría negarse a reconocer el auténtico beneficio que aportan a la humanidad las valientes acciones de esta mujer de quince años que ha dado su vida por defender los derechos de las niñas a las que, los talibanes, les prohíben estudiar. Han decapitado a trece niñas, quemado ciento setenta escuelas y en cinco han reventado varias bombas. Así, pues, imagino esa ceremonia que es una auténtica meca del protocolo donde se conjuga la elegancia, la singularidad y la sobriedad a la que asiste más de un millar de invitados de todos los rincones del mundo vestidos con imponentes trajes de chaqueta y largos vestidos, siendo irrumpida por una adolescente.

Malala, una niña de 15 años, de pelo negro, con tez cetrina, ojos redondos y tatuados ya por haber sobrevivido a la muerte y resucitado con la rabia que da el luchar por tus derechos y la libertad. Imagino que Malala, vestida con una alegre Churida, haría enmudecer y me atrevo a vaticinar, que a llorar, a todos los presentes. Deseo, con auténtico fervor, escuchar su discurso. Un texto escrito por una niña, de inusual madurez, que lleva desde 2009 publicando su diario a través de la BBC en urdu.

Malala nos narraba cómo era su vida en el valle de Swat, al norte de Pakistán. Confesaba tener miedo de salir a la calle, de que la mataran a ella y sus compañeros por ir a la escuela, por vestir con ropas de colores o pasear después de que el sol se pusiera. Y así sucedió: un hombre con barba negra detuvo el autobús escolar en el que ella viajaba de regreso a su casa. Lo detuvo y le descerrajó dos disparos en su cabeza y su cuello. Los médicos de un hospital de Birminghan, en el Reino Unido le salvaron la vida. Esta semana le han reconstruido el cráneo a base de piezas de titanio y le han puesto un implante coclear que le permitirá recuperar la audición.

Antes de la intervención Malala ha dejado grabado un mensaje donde ha dicho que quiere ser útil. Y no sólo es útil, sino necesaria ya que ha creado una Fundación que lleva su nombre avalada por la ONG International Vital Voices con sede en EEUU que se dedica a promover la educación femenina y el desarrollo de las mujeres en la vida pública. Ahora la pequeña jovencita se recupera de la última intervención que duró más de cinco horas y le esperan quince o dieciocho meses de rehabilitación. Sería un acto de justicia. Otra forma de decir quien le disparó que todas las niñas amenazadas serán elevadas por las sociedades democráticas que gracias a la cultura defienden la paz. Que el Nobel sea su escudo de vida ante la latente amenaza de quienes aún pretenden asesinarla.

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