ENTRE el ambiente lacrimógeno oxidativo de Esta casa era una ruina o las perennes cuitas de Hospital central, el espectador desenfundaba el mando y tenía una complicada decisión en un miércoles de páramo. Menos mal que nos queda Portugal. O Manu Sánchez en el semi-ignoto Canal Sur 2. Este miércoles el nazareno de indescifrables pronunciaciones desgranaba el ciclo del agua entre la lección universitaria y la guía del disparate. Es uno de esos monólogos didácticos, a través de la pizarra, que Manu y los suyos han descubierto en este programa de multitudes juveniles. En ese cuarto de hora de coña divulgativa hubo más interés y servicio público que en primes enteros de La 1 y de Canal Sur. Esa es la valía de Colga2 con Manu: es capaz no sólo de entretener en la franja más competida, sino que incluso añade unos granos de datos, de conocimientos, con los que el ciudadano se marcha a la cama con la sensación de haber aprovechado el tiempo ante el plasma. La sexóloga recuperó palabras del castellano más recio para hablar de "ayuntamientos" y "concúbitos". Con lo que está haciendo el "becario" de Manu (como fue presentado en esta temporada) tiene mimbres Pablo Carrasco, el futuro rector de Canal Sur, que ha vuelto a ser rechazado por el PP. Por el último Colga2 apareció un criador de burros de Rute que sugería que el logotipo del partido conservador, al igual que el del norteamericano, debía ser el burro, que es un animal muy español, generoso y trabajador. Decía el invitado que un burro es mejor que una gaviota, un ave carroñera que le saca los ojos a sus víctimas... En fin que es bueno que haya programas en Canal Sur que le dejen a uno pensando un poco, con un poco de cachondeo de regalo.