LOS años 60 fueron una de las décadas más divertidas de la historia, no sólo en moda, sino en música, movimientos sociales, arte... Pero en concreto en el mundo de la moda, los 60 supusieron el triunfo de la minifalda, los estampados psicodélicos, la experimentación con materiales como el plástico o los metales de Paco Rabanne. En fin, que no es de extrañar que cada cierto tiempo las pasarelas vuelvan la mirada a esta década fascinante. En esta primavera-verano 2013, de hecho, muchas colecciones evocan esa silueta evasé de los 60 y algunas de las tendencias que marcaron aquella época de movimiento hippie, pantalones de campana y colores chillones.

De las últimas pasarelas, por ejemplo, los coquetos vestidos con estampados a cuadros de Louis Vuitton me tienen enamorada. A mí y a medio star system, ya que numerosas celebrities se adelantaron a la primavera luciéndolos ya hace un par de meses. Marc Jacobs también transportó la psicodelia a su desfile de Nueva York, así como los cortísimos vestidos. Tanto en su colección principal como en las secundarias, la firma italiana Moschino también apuesta fuerte por esta década variopinta con todo su colorido e irreverencia. Al estilo de Courrèges, evocan el blanco espacial, los vestidos minifalderos y la silueta de piernas infinitas. Las propuestas de Gucci también conforman un arco iris de colores vivos entusiasmante. Volantes, estampados al estilo del Emilio Pucci de los años 60 y, por supuesto, minifaldas y vestidos cortos.

Porque la década de los 60 tiene para todo tipo de gustos. Si te gusta rememorar el estilo más salvaje, el de las groupies del pop, mira la colección de Versace, sus minifaldas, sus atrevidos vestidos y sus sandalias gladiador hasta las rodillas. Por el contrario, si lo que pretendes es imprimir a tu look una impronta de niña buena recupera el espíritu naïf, el mundo perfecto antes de que asesinaran a Kennedy y a Luther King. Puedes inspirarte para ello en la colección de Kate Spade, con pantalones capri, rebecas de colores, y estampados y colores más dulces que el algodón de azúcar.