La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Memoria sin nostalgia de la limosnera

Con la fiebre de los cumpleaños infantiles todo el año, en este mayo florido y hermoso llega otra calentura, la de las primeras comuniones. Viendo cómo se celebran estos fastos no parece que haya existido crisis alguna. Son como bodas en las que los mayores continúan la fiesta mientras los auténticos protagonistas de la cosa son retirados a sus aposentos. Bodas a pequeña escala no son, pues son a escala real, bodas con todos sus avíos estas primeras comuniones tan alejadas de aquellas celebraciones de limosnera y austero chocolate con galletas. Tiempo ido de tierno infante paseando la limosnera de casa en casa sin nada que ver con esto de hoy en que la lista de invitados es grande y el echar la casa por la ventana un hábito. En los más recónditos arcanos viven aquellos comulgantes que sus padres exhibían sin pudor alguno con las fauces de la limosnera de par en par.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios