Invitar a una bilbaína a una merluza a la vasca es una responsabilidad que asumo, lo mismo que la presidenta de UPyD asume, tras toda una vida en política, que la insulten diciendo que fundó dicho partido "para seguir mangando". Ya nadie se acuerda que sufrió un fallido atentado, durante su pasada militancia socialista y que los tiene bien puestos. Te recuerdo: "La única manera de vencer la adversidad es admitir que ésta existe".

A la que fue consejera de Turismo del gobierno vasco la voy a poner en trance: en una sartén doramos dos dientes de ajo, finamente picados, en aceite de oliva- Agregamos 2 cucharadas de harina de El Vaporcito, 1/4 litro de vino Fino Quinta, de Osborne, 1/2 litro de caldo de pescado y 1 guindilla. Removemos bien para que espese, salamos con precaución y reservamos. Mientras los efluvios se esparcen por la cocina, Díez, como tus derrotas y tus triunfos, viene a mi mente y te cito: "Cuando los ciudadanos dejan de prestar atención a la política llegan a las instituciones políticos que no prestan atención a los ciudadanos". Rotunda: "España tiene una falta de cuajo democrático". A la que fue autora de aquel magnifico eslogan promocional de las Vascongadas "Ven y cuéntalo", que no es ninguna bilbainada, le puede ir sonando la segunda parte en la preparación de este fácil plato: en una cazuela de barro que sirva para el horno, ponemos una merluza de unos 400 gramos, 4 almejas, 1 huevo duro troceado, jamón curado a taquitos, 8 gambas peladas, 2 espárragos, y perejil picado, agregamos la salsa reservada, mezclamos y... al horno precalentado, a 200 grados, durante 15 minutos.

Y a disfrutar, recordando que, desde el Sur, doblando el mapa, los andaluces y los vascos nos entendemos como si nos hubiésemos criado juntos. ¿Recuerdas?: "A veces, basta con alzar una bandera para descubrir un ejército dispuesto a luchar". Esto va camino de ser una paella en coalición. Osasuna, o lo que es lo mismo, salud.