Los compañeros Carlos Navarro y Juan Parejo han informado en estas páginas sobre la exposición Gran Poder. Mesa te esculpió, Sevilla te hizo. 400 años de devoción, patrocinada por Cajasol, cuya producción ha corrido a cargo del equipo de Páginas del Sur, del Grupo Joly, y cuyo comisario es un servidor. Por lo que puede parecer ojana en versión de autobombo que escriba aquí sobre ella. Pero no es así y esto no es una "excusatio non petita...". La exposición no tiene más protagonistas que el Señor, la Hermandad a la que debemos su existencia, su cuidado y el mantenimiento de su culto, y la devoción que durante cuatro siglos le ha profesado y profesa el pueblo de Sevilla. Los demás somos los Villanueva que hemos procurado presentar estos 400 años de devoción al Señor con la dignidad, seriedad, respeto y buen hacer con que estos grandes capataces le ofrecen a Sevilla cada Madrugada al Señor del Gran Poder.

Pero no por ser yo el capataz, y de esta casa la cuadrilla, puestos todos al servicio del Señor y de la Hermandad, quería dejar fuera de la ciudad y los días esta exposición. Y sobre todo de contarles que su título, que tan perfectamente la resume y ha ordenado su complejo diseño en seis salas expositivas, procede de este texto que escribí para la película "Gran Poder, rostro de la misericordia de Dios" y tan maravillosamente leyó e interpretó Antonio García Barbeito: "Jesús del Gran Poder, Mesa te esculpió, pero Sevilla te hizo. Una Sevilla con nombres propios… Ruiz Gijón… Fray Diego José de Cádiz… Teresa del Castillo… Marcelo Spínola… Gonzalo Bilbao… Ramón León Ojeda… Manuel Bejarano… Delgado Roig y Balbontín…. Así te fueron haciendo, Señor, tus fieles servidores, junta de gobierno tras junta de gobierno, tus hermanos y tantos sevillanos con nombres y apellidos que crearon un mundo para ti y definieron tu imagen, tan reconocible, tan querida, tan nuestra, tal y como la amamos y veneramos. Pero sobre todo te hizo, Señor, el pueblo de Sevilla, tus devotos de los viernes y de todos los días, los que te rezan, tan lejos, ante una sencilla estampa, los que vistieron el hábito morado con cíngulo amarillo por los favores recibidos... Por eso, Señor, Juan de Mesa te esculpió, pero Sevilla te hizo".

Éste es el sentido y el ser de esta exposición: el Señor y los sevillanos, una historia de amor y devoción que dura 400 años. Y quería decirlo.